Esta exposición, que forma parte de las celebraciones por
los 30 años del museo Franz Mayer se presentó en forma cronológica, mostrando
la evolución que esta pieza de mobiliario, que además, como todo objeto, ha
servido para hablar de quien le posee, de la situación social, de los
movimientos artísticos que se estuvieran gestando y de los avances tecnológicos
que se tuvieran.
Las sillas son esas expresivas altamente reconocidas como
exponentes del diseño, y algo a destacar en esta exposición es el estrecho
vínculo que entre la evolución tecnológica y social mexicana con el avance en
las técnicas y materiales empleados en las sillas, que deben resultar de
inspiración y aclaradores de que el diseño mexicano no goza de la valoración que
merece.
Esta exposición nos presenta un claro proceso evolutivo que
ha conservado cierta identidad a lo largo del tiempo, dejando a los diseñadores
contemporáneos un reto que superar.